sábado, 15 de octubre de 2011

10 Duendes (Comida de Muertos)




Derrapan en nubes de porcelana,
tiesos, gruesos, traviesos duendes.
Platónicos, suavizan ese enternecer
de carrozas traer..

Derriban golosos
ese floreciente banquete azulado.
Ríen con bocas llenas,
ríen al unísono..

De lo irrecuperable se importa este aliento,
señuelo en vientre que guía ciegos
en pos de una muchedumbre de duendes
ansiosa, corrupta, divina, de oro pulido.

Jugamos en el patio de la mente,
nos raspamos las espaldas.
Con fuerza, sin miedo,
azotamos ese subibaja gigante
en el cuerpo ajeno.

Letras aparecen
formando cuadros de rencor en armonía.
Ojos vivaces,
deslumbran ante un atardecer lleno de flores,
como en blanco y negro.

Mientras, holgazanean recuerdos gordos hediondos,
usurpando la mente del más sabio,
disfrutando su comida cual piara maldita.

Duendes del mar, duendes de leyenda,
tan solo existen porque sí.
Duendes tan suaves, casi bebés,
juegan en orejas y se columpian
sobre cabellos..

Duendes son mis dedos,
duendes ya sin bonete,
duendes acariciando ese pelo
mientras el hada duerme
y sueña al héroe..

Nunca llega, oh superhéroe bendecido,
atisbo de maldades, veloz compañero.
Habrá muerto en la desdicha,
ese corazón salvador.

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