sábado, 15 de octubre de 2011

Galeona







I

Mañana.
Caminé hacia el mañana, estuve en el mañana,
me mostró sus maravillas, tocó mis manos,
supe lo hermoso que es vivir ahí.
Ante su presencia, su mirada,
solo pude dejarme llevar, dejarme conmover,
ya nada más me importó.

Sentí, la sentí,
esa felicidad absoluta otra vez,
por cinco minutos de dedos y caricias,
sin saber que hacer.

Mis ojos se llenaron de llamas,
mi mente se convirtió en un disparo de alegría,
no pude reprimirme. Quise viajar hacia el mañana.

Muero por estar ahí, dentro de sus ojos
que taladraron mis malos pensamientos,
los destruyeron.

Ya nada importa ante esa felicidad,
la cual es muy posible, ya es mía.
Ya puedo sentirme, ya puedo ver a mi yo en ese lugar,
muero por correr hacia el mañana.

Mañana,
decidí dejarme llevar por el mañana, olvidándolo todo.
Ya quiero suspirar dormido sabiéndolo mío,
cuan enamorado estoy del mañana..






II

Mañana.
Casi en un sueño lo leí, encontré su nombre,
entre los miles y me pareció tan elocuente,
lo tomé entre mis dedos, para ya no soltarlo jamás.

Lo descubrí nuevamente,
primero de lejos, de atrás, como a una sombra,
luego en pensamientos, en letras.
Lentamente me olvidé de todo,
comenzando a caminar hacia el mañana,
bajando sus escaleras, cuidadosamente, pero sin vacilar,
con mucho miedo al principio, enamorado después..


Al fin lo vi frente mío, su luz y su forma.
Dentro de un espacio cálido,
dejamos de ser dos sombras de lo que habíamos sido,
para ser nosotros.

Nos visitamos, nos miramos,
subimos hacia un lugar nunca antes visto por mí,
lo miré a los ojos, dispuesto a todo,
el mañana solo podía apartarlos,
nerviosamente, temblando.

Casi no me hablaba, casi lo devoraba,
podía sentir su sabor, su dolor, su amor.
Tomé sus manos entre las mías,
eran tan diferentes a las antes tocadas, era tan dueño de ellas;
pude ver sus perlas, sus facciones, sus dudas,
pude oler su callada aura...

Me sentí cada vez mas cerca, cada minuto,
cada auto que pasaba, cada persona que cruzaba,
cada vez más cerca de mi felicidad.






III

Mañana.
Me entregué a su beso que duró milenios,
sintiéndome tan vivo que dio miedo,
paseando mi humanidad por sus labios tan delicados,
tanto, tan suaves...

Sentí tanta felicidad,
tanta información, tanta ternura...
Solo me aparté un instante,
tomando aliento para cobrar vida nuevamente,
ya que con su beso sentí que todo
lo que había sido antes había muerto,
ya todo formaba parte del ayer.

Ese mañana tierno
perdió su prestado manto celestial
mientras un primer beso
rugía en gargantas calladas
y toda la identidad se iba a los labios
para fundirse con el otro y ser dos..

Esas mariposas del principio,
las que había sentido en mis tripas,
ese vértigo,
ya todo mi ser ocupaban,
ya eran ángeles.

Mañana.
Ya me encontraba en el mañana,
tan despierto que no pude creerlo,
pero solo bastaba con verme allí, para creerlo posible,
tocarlo para sentirme temblar de regocijo,
saborear sus miradas de manera tan firme..
Sabía tan bien lo que estaba haciendo, lo que estaba viviendo,
la vida había sido sueño,
su beso despertó algo inocente en mí...

Me convencí de que era tan correcto estar en ese mañana,
con ese pedazo de cielo, que era todo mío.






IV

Mañana.
Me embebí, me emborraché de este mañana,
las horas pasan y puedo solo soñarlo, pensarlo, crearlo,
me recuesto en mi mar de nubes,
y todas tienen su nombre, su aroma, su perfil.
Ya no puedo ver oscuridad por más que quiera,
su ser, su presencia dentro de mí todo ilumina, todo abarca,
me transforma en miles de cosquillas,
y soy tan propenso a ellas...

Mañana.
Ya me siento parte del mañana,
ya mis pies dejaron de moverse, ya estoy abrazado al mañana,
crucé ese puente que tanto se tambaleaba,
ya que del otro lado, desde el ayer, tanto se sacudía.
Absoluto, me subo a este mañana galeón
que zarpa a mi nueva madre tierra.
Mareado quedé, cierro mis ojos y se me pasa,
tu abrazo es mi eje, es mis pies,
ya no quiero ver el mundo, solo tus ojos.


Mañana.
Sos tan presente,
tan uniforme que ya vivo con vos,
ya me encuentro entre tus días,
ya puedo llamarte hoy, vida mía,
pero no me gustaría llamarte así,
ya que el hoy es tan frágil,
y vos tan eterna, tan mañana..








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