jueves, 1 de marzo de 2012

Alguien Digalé


Alguien digalé
que esa forma vibrante
en la que se aparece y saluda
para luego enojarse y/o llamarme la atención
me está empezando a gustar un poco
aunque su arte me gusta todo.

Alguien digalé
que yo tambien me siento estupendo
cuando estamos juntos, a pesar
de su arrasadora personalidad
y carisma a la hora de brillar,
me trae cierta paz al espíritu
en demasía inusual, como puede ser?

Alguien digalé
que es hermoso su silencio
al mostrarle algo nuevo
y su no preguntar demasiado,
su bajar la voz junto conmigo
al juntar cabezas, a pesar
de la desaforada voz que usa a veces,
que a mi tambien me encanta
cuando me pregunta porqué las risas,
y me da pudor decirle
que son de felicidad en el alma..

Alguien digalé
que el color de su flama
al aparecer entre las personas
es tan magenta como la voz primal y furtiva
que yace apagada en una parte mía
donde los sueños perdidos
aún se sostienen firmes.

Alguien digalé
que cuando se retira del plano de acción directo
que es el alrededor y sus menesteres,
quedo inmerso en un sin fín de pasos hacia atrás,
como si las ganas de crear
inmiscuidas en inspiración
y ya elevadas por hectáreas aéreas,
volvieran in situ al cuerpo en un instante.

Simplemente ella hace retroceder el tiempo cuando se vá,
no se como lo hace pero lo hace,
creo que es tan libre
que puede y logra hacer ese tipo de cosas.

Alguien digalé
que en sus ojos y sonrisa
lo verdadero funde en cóctel proteínico
con un atisbar y asir en mano
cierto dejo de elocuencia magnánima,
tan huérfano que no tiene nombre
ni por dónde verter su impronta, pero que
en corazones ya tiene hacienda
por si decide emancipar
y crear hogar.



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