domingo, 11 de marzo de 2012

En Sueños Prefieres un Recuerdo



En canto de suaves pájaros
ensordeces mañanas inocentes,
cuando no inocencia es lo que corroe
cierto valleverde de brújulas inequívocas
llamado Culpabilidad.

Distrae un momento el noble espíritu
del verter goloso, distrae por centurias
y dromedario, tedioso,
corroe campos necios y desfallece
en un resbalar de anchos portentos,
por los cuales hasta el amor mas codiciado
y hermosamente humano
podría resquebrajarse y morir.

Sulfura un estúpido
en quinceañeras madreselvas,
y contrae, sonsamente
un devenir en tempestades.

Mas aún sabiondo,
no complica demasiado
en salvar el momento y ahí está,
ahí se encierra en su propio abrazo,
en esquinas de cuartos modernos,
y desnudo en cuclillas
dá una súplica muda
subido a un mueble.

La corteza convertida
en el negro mas nítido,
el doblado a cargo, hecho a un lado,
echado atrás y con los ojos vendados;
el niño callado y moquiento al frente,
del rojo adyacente sale el brazo flaco,
de ese rojo que cubre como cortina,
de lágrimas de sangre,
culpando, y torciendo minutos.

La figura piramidal arrojada con fuerza
subliminal y sin conciencia
al lugar en la espalda de ella
de donde habian cortado sus alas,
bailotea en suelos,
y es un terreno asqueroso
por el cual el Alma de él ya se dejó verter.

La que no observa, lo hace al fín,
de forma rumeante y salival,
mientras el vendado suelta amarras,
y más que dar cuenta de su cara
ostentando palpable confusión,
lo hace de mil maneras ante
su garganta seca,
y su cambio de respiración.

El agua podrida de una semana entera
por fin habia colmado ese cuenco
de árbol cortado en relámpagos,
mientras como campesino de cuidar bañados
se observa un infiel mañanero,
roto, envuelto en droga sustancial,
se enfría esa pava tan quemada,
y desfallece ante el saber
que su brillo ya ni perdura.

Sucio de alma,
quien sabe cuando convertirás,
en hombre al fin.

Noble en tus huesos,
magulla mantos de torpeza
y lánzalo afuera,
deja de creer
que en sueños prefieres un recuerdo,
ya hazte Vida de una vez
y demuestra que sin caballo Esperanza
también hechas a andar.


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